El sol, las altas temperaturas y el agua de mar o piscina son todas características típicas de la temporada de verano. Aunque la mayoría de nosotros las disfrute, nuestras uñas pueden sufrir si no las cuidamos de un modo especial durante las vacaciones. En el siguiente artículo te explicamos algunas claves para mantener tus uñas fuertes y saludables.
Las uñas dicen más de lo que crees
Mucha gente cree que el cuidado de las uñas es una cuestión meramente estética, pero no es así. Nuestras uñas pueden ofrecer muchas señales sobre el estado de salud general, mediante su color, forma y textura.
Vale decir que no todos los cambios en las uñas son malos. Algunos son completamente inofensivos, y otros son parte normal del envejecimiento o pueden ser un efecto secundario de algún medicamento. Estrías, uñas blandas y débiles, uñas encarnadas, amarillas, con manchas blancas, hongos, mordidas, etc. son algunos de los síntomas y apariencias que adoptan y que pueden ser signo de enfermedades reumáticas, psoriasis, insuficiencia renal, falta de calcio, etc.
Es importante saber que las uñas están hechas de queratina, una proteína que forma las células del tejido de las uñas. Esto las protege de los daños, haciéndolas fuertes y resistentes.
Claves para que tus uñas se mantengan sanas en verano
Insistimos en que el cuidado de las uñas está lejos de ser superficial. De hecho, el 10% de todas las afecciones dermatológicas están relacionadas con las uñas. Aquí te dejamos algunas claves para prevenir problemas:
- Mantener las uñas limpias y secas. Una buena limpieza de manos y uñas es muy importante para evitar que se acumule suciedad. Podemos usar un cepillo con agua y jabón para una limpieza profunda.
- Descansar en el uso de esmalte. Para darles tiempo a que se reparen por sí mismas. De hecho, las uñas no dejan de ser tejido vivo y, por tanto, necesitan oxígeno; cuando las sofocamos con esmalte, tiene más dificultad para combatir infecciones.
- Cortarlas en línea recta. Esto es especialmente importante para las uñas de los pies. Estas deben redondearse en las puntas para obtener la máxima resistencia, con una periodicidad de dos semanas aproximadamente.
- No eliminar las cutículas. Es una práctica habitual, pero no es recomendable hacerlo. La cutícula actúa como una especie de sello protector de la uña, por tanto, quitarla puede hacer más daño que bien porque puede dejar las uñas vulnerables y en mayor riesgo de infección.
- Hidratarlas. Aunque las uñas secas y quebradizas pueden ser el resultado de muchos factores, uno de ellos es la falta de humedad porque pueden secarse por el continuo contacto con agua y jabones y detergentes. Es importante usar con regularidad una crema espesa para manos y uñas. Esto permitirá mantener las cutículas suaves y las uñas más fuertes.
Por último, es clave tener en cuenta que las uñas sanas de las manos suelen crecer entre dos y tres milímetros por mes, con un reemplazo completo que puede lograrse entre seis y nueve meses.
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